Limosneros restaurante bar descendiente de los dueños del famoso Café de Tacuba, deleita los sentidos con un menú de comida mexicana en la calle de Allende 3
Limosneros, sobre la calle de Allende, un poco adelante de la Asamblea Legislativa, la discreta fachada de una casona esconde un largo pasillo, delineado por macetas de alcatraces, que conduce hasta una iluminada barra coronada por enormes gotas de vidrio soplado con mangueras, que señala nuestro destino.
Los restos de una antigua fuente sirven como estantería a la entrada de una tienda-galería de artesanía mexicana de alto nivel, seguida de un comedor con iluminación indirecta. Escogimos una de las mesas de los nichos en la pared, a donde llegaron a ofrecernos los aperitivos, extraídos de los vitroleros que nos cautivaron a la entrada, rellenos con ingredientes poco comunes y artesanales mezcales.
Más tarde, al platicar con el dueño, supimos que el lugar se concibió como bar, pero al empezar la remodelación del inmueble se percataron de que el proyecto merecía crecer a restaurante.
Como descendiente de los dueños del famoso Café de Tacuba, la elección era obvia: comida mexicana aunque, en este caso, de corte contemporáneo que derivó en una carta de platillos únicos, asesorada por chefs e investigadores de nuestra gastronomía nacional.
Levanta muertos en Limosneros
Te recomendamos probar el mixiote de carnero, lo elaboran con la hoja de maíz en la que se sirve, con una torre de nopal asado con queso panela. Lo acompañan con tortillitas, para taquear; y el juego de carne, caldo de res con ostiones y camarones con adobo seco frito, servido con cebolla, chile serrano y cilantro picaditos. Un chorrito de limón y queda listo para levantar muertos.