Máximo Bistrot Local, cocina internacional en la Roma

La carta de Máximo Bistrot resulta impredecible, al grado de no tenerla impresa de la manera habitual como lo hace la mayoría de los restaurantes.
Menú fresco durante la comida y cena en Máximo Bistrot
De ahí que esta lluviosa temporada imponga utilizar los hongos que crecen de manera silvestre en los alrededores del valle de México, para asarlos y servirlos acompañados con un puré de huitlacoche (otra variedad de hongo, cabe aclarar) y berenjena rostizada, para lograr un platillo donde no se extraña la ausencia de la carne.
O bien, servir una creación con ingredientes marinos, donde la lubina y el bogavante conviven en el plato con garbanza y caldo de jitomate.
La decoración se mezcla en un ambiente europeo
Las mesas se distribuyen en un pequeño espacio de modesta decoración, colocándose algunas afuera, sobre la acera, pese a lo cual su capacidad para recibir comensales resulta limitada.
Abren de martes a domingo y, a la manera de los restaurantes europeos, manejan horarios para la comida y cena, con un intervalo donde no prestan servicio (con excepción del domingo, cuando solo abren para la comida).
Espacio con alcohol
Aunque es por demás recomendable reservar, Máximo Bistrot cuenta con una "lista de espera" y una pequeña área acondicionada como bar en la planta superior, a la que se accede por una pequeña puerta sobre la calle de Tonalá, donde la gente puede tomar un cóctel de la casa y alguna botana antes de asignarle mesa.