Padella, estofados y braseados en Chapultepec y San Ángel
Padella, disfruta de sus canastas de picnic en el Bosque de Chapultepec, y prueba sus estofados en los restaurantes de San Ángel y San Miguel Chapultepec.San Miguel Chapultepec mantiene una apacible atmósfera de barrio encapsulado por las vías rápidas que lo rodean, con estrechas calles arboladas que invitan a caminarlas para admirar las fachadas de sus añejas casonas que, a diferencia de otras partes de la ciudad, lucen en su mayoría restauradas. En una de ellas, ubicada sobre la calle General Antonio León, se encuentra Padella, un restaurante cuya propuesta culinaria, enfocada a platillos tradicionales de la gastronomía europea en presentaciones contemporáneas, armoniza con el entorno urbano donde se encuentra.
Cocina y decoración europea
Beouf bourguignon, el tradicional estofado francés con salsa de vino tinto es uno de sus platillos representativos, lo mismo que el escabeche de pescado al estilo gallego y el filete wellington envuelto en hojaldre, un clásico de la gastronomía inglesa difícil de encontrar en otros restaurantes de México. Como entrada, destaca el gravlax, un platillo de origen nórdico elaborado con láminas de salmón curado en una mezcla de sal, azúcar y especias, que le imprime otro atractivo tono de sabor a esta gustada variedad de pescado.
Padella en Chapultepec y ahora en San Ángel
El establecimiento de San Miguel Chapultepec abre todos los días desde la mañana, para ofrecer desayunos donde destacan el pan francés, croque madame y sándwiches de rabo de res. Y desde enero de 2018 llevó su propuesta culinaria al barrio de San Ángel, en el local donde estuvo la Trattoria della Casa Nuova, dentro de una pequeña plaza comercial ubicada sobre avenida La Paz, a pocos pasos de su cruce con Revolución.
Picnic en el bosque de Chapultepec
La cercanía con el bosque de Chapultepec del establecimiento de San Miguel Chapultepec motivó a los encargados de Padella a ofrecer canastas de picnic para dos personas, con fruta, burrata con arúgula, ensalada de espinaca, charcutería, sándwiches de rabo de res o croque monsieur y pastel de zanahoria o chocolate, además de mantel, servilletas, platos, cubiertos, copas y sacacorchos. Los precios varían si se opta por dos copas de vino de la casa o bebidas sin alcohol o la botella de vino entera. Eso sí, la canasta debe devolverse al restaurante, donde se dejó una identificación y depósito. (Texto Arturo Reyes Fragoso, fotos cortesía del lugar.)