Amaya, restaurante comida rica y vinos raros en la Juárez

Si algo le hacía falta a la renovada colonia Juárez era la incursión de uno de los chefs mexicanos más sobresalientes de la última década hasta ahora, con la llegada de Jair Téllez -la mente creativa y dueño de Merotoro, en la Condesa- y su restaurante Amaya.
Cocina y carta abierta para gustos españoles en el Restaurante Amaya
Como primer tiempo, una lechuga a la parrilla con humus y queso idiazábal, o una tártara de res con sardina, mayonesa de alcaparra y papa. Para platillos fuertes, la variedad es sublime: jaiba, lenguado, mero a la parrilla, pollo a la leña, cordero con hongos o un kilo de chuletón a las brasas, aunque la creación más original es una tortilla española con erizo. En el postre, uno que se convertirá en el consentido de Amaya: profiteroles con avellana y salsa de chocolate.
La entrada a una taberna
La entrada principal del restaurante Amaya remite a una taberna, con su barra como primer acercamiento; después, en la pared contigua, un mural que cubre la superficie. Luego, un pasillo no sólo te lleva la cocina abierta, sino a otro salón mucho más privado y elegante, y a las escaleras hacia un pequeño segundo piso.
Resulta recomendable hacer reservación, pues no es fácil conseguir mesa en el restaurante de uno de los chefs más destacados de la ciudad ubicado en el barrio más interesante de nuestra ciudad. "La combinación perfecta".
Tributo encorchado
La carta de vinos de Amaya es un tributo a la carrera del chef: productos 100% nacionales, provenientes de Valle de Guadalupe. Destaca la bodega Bichi, del mismo Téllez. Un mínimo porcentaje es por copeo, pero la carta de mezcales y coctelería ofrece un maridaje matemático para disfrutar de los alimentos.