Tres décadas atrás, Riaz Ahmad trajo a la ciudad la gastronomía del subcontinente indio, ahora presente en San Ángel.
A Riaz Ahmad Siddiqui, con la apertura del primer Tandoor que desde mediados de los ochenta a la fecha funciona en la colonia Anzures, debe agradecérsele la difusión de la gastronomía indo-paquistaní entre los habitantes de Ciudad de México, al que agregó hace algunos años una segunda sucursal en la Condesa, y ahora otra, detrás del Centro Cultural Helénico, en San Ángel.
Si bien forman parte representativa de la gastronomía india desde siempre, sus numerosos platillos sin carne la colocan como una atractiva alternativa vegetariana, que de un tiempo a la fecha repunta en los gustos de los comensales.
Para ello, agruparon un nutrido apartado especial en la carta, entre los que ofrecen garbanzos en salsa curry (punjabi chole), lentejas con espinacas (dal saag), y una combinación de coliflor, brócoli, queso, pimiento morrón y champiñones marinados con yogur y especias, preparada en su horno de barro (tandoori vegetable).
Lo anterior de ninguna manera margina a los amantes de la carne, quienes pueden disfrutar chamorro de cordero al curry almendrado, o pollo deshuesado en salsa de curry y jengibre (chicken julfrezi), o diversas preparaciones de carnero, como con berenjenas o papas en salsa curry.
No falta naan ni chapatis para acompañar los alimentos, ambos preparados al momento con masa de harina de trigo, si bien los segundos son más planos y delgados, como una tortilla. Tampoco lassi, la refrescante bebida fermentada de yogur, que puede ordenarse natural o saborizada con diversas frutas, como mango o maracuyá.
Todos los viernes, a partir de las 20:00, presenta música en vivo con dos instrumentos tradicionales: tabla y cítara. Y al igual que en las otras dos sucursales, dispone de una área gourmet con pastas, arroces, curris, especias a granel y otros insumos, para venta al público.