Tajaná, cocina de Medio Oriente en Polanco

Se le debe a la inmigración libanesa el gusto de los capitalinos por la gastronomía de Medio Oriente, misma que Daniel Ovadía y su colega Salvador Orozco enriquecieron en Polanco —en la calle de Lope de Vega, casi frente al restaurante Gruta Ehden, curiosamente—, con su emparentada propuesta de comida israelí dispuesta en Tajaná.
Se trata de un pequeño local adaptado para comidas y cenas de corte informal, donde uno de sus platillos más solicitados es la pita de shawarma con pavo marinado con especias, cebolla encurtida, perejil y piña —la cual brinda reminiscencias a los gustados tacos al pastor—, aliñado con aceite de oliva, sal, hojuelas de chile y limón. (Disponen sobre la mesa de varias salsas con especias de Medio Oriente para agregarle, aunque también ponen otras con habanero y guacamole.)

Uno de sus platillos más espectaculares es el pescado (entero) envuelto en hojas de parra antes de prepararse a las brasas, bañado también con salsa tejina con avellana tostada y perejil; de nuevo, la combinación de ingredientes le imprimen distintos tonos de sabores a los que estamos acostumbrados con los pescados, mismos que constituyen otra grata sorpresa al paladar.
Disponen de cocteles preparados con especias y miel, lo mismo que una limonada a punto de nieve con menta, mientras que para los postres ofrecen un rollo relleno de chocolate de avellana elaborado con pan pita, el cual preparan en su horno, al igual que el pan pita dispuesto en las mesas para acompañar el resto de la comida, horneados al momento.