La solución encontrada por sus creadores no solo fue práctica e ingeniosa, también le aportó una personalidad única entre los mercados gourmet de la ciudad, de los que se distingue el abierto en el número 88 de la calle de Versalles por estar armado con cuatro contenedores de barco colocados en dos niveles, acondicionados para dar cabida a una veintena de locales. No en balde su nombre es Terminal Juárez.

El estilo arquitectónico original de Terminal Juárez

Sin duda, concentra la oferta gastronómica más variada de la colonia Juárez, donde igual se encuentra comida argentina (Asado al Pan) que india (Kebab) y ramen (Shibui), sin faltar pizzas (Nosferatu), hamburguesas (Burger Market), comida yucateca (Cobá), tortas de chilaquiles (El Godínez), tacos de pescado y mariscos (Tapezcao), y pollo frito al estilo sureño gringo (Hot Mamma’s Hot Chicken). Algunos locales abren desde la mañana para ofrecer opciones para desayunar, como el café y el pan artesanal de Pánfilo, o bowls y comida saludable de Bimba.

Menú internacional para todos los gustos

Al fondo del nivel superior montaron el área de bar con una terraza para fumadores, donde sirven coctelería clásica, algunas creaciones de la casa y carajillos; adicionalmente, uno de los locales (Corazón de Tinto) se dedica sólo a despachar vinos de diversas regiones del mundo.

Los visitantes disponen de tres áreas de mesas, a donde les llevan los alimentos previamente escogidos y pagados en cada uno de los locales (no cuenta con meseros), lo cual acentúa el ambiente informal del concepto, aunque desmarcado por completo de cualquier fast food de centro comercial.