Abrió sobre la calle de Ámsterdam —singular vialidad en la que, al recorrerla, se llega al mismo punto de partida al seguir el trazo donde antes corría una pista de carreras equinas—, a la altura de la glorieta de Iztaccíhuatl, una de las zonas más bonitas de la Condesa, cerca de donde tiempo atrás funcionó otro establecimiento de uno de los más reconocidos restaurantes japoneses de Ciudad de México.

Tori Tori Izakaya se encuentra sobre la calle Amsterdam, una de las zonas más bonitas de la Condesa 

Lo distingue su concepto casual, que incluye mesas sobre la acera, una carta más compacta centrada en entradas, nigiris, rollos (los de anguila crunchy son por demás recomendables) y sashimis de la probada calidad que caracteriza al concepto, idóneos para compartir al centro de la mesa, y una cuenta de consumo menos abultada de la que suele pagarse en las otras sucursales del restaurante, aunque sólo aquí podrá encontrarse ramen, preparado con cerdo, tocino (chasu) y huevo cocido, que puede ordenarse en dos medias raciones para compartir.

Este lugar se distingue por manejar un concepto casual y una carta compacta

Sus entradas incluyen brochetas y tacos de rib eye, las pequeñas empanadas orientales conocidas como gyozas, rellenas de cerdo, una sartén caliente con trozos de chasu aderezado con soya y sake, y lomo de cerdo empanizado y fileteado, conocido como tonkatsu.

Las entradas incluyen opciones como las tradicionales gyozas rellenas de cerdo

Y en cuanto al apartado de nigiris contempla degustaciones de cinco, siete o diez piezas —atún, anguila, pulpo, camarón cocido y salmón, entre otros—, acompañadas de un tazón de sopa miso con cubos de tofu, concebidos para una comida en forma, o bien para tener una panorámica gastronómica de lo ofrecido.

"Cantinear" a la japonesa

Izakaya es el equivalente japonés a una occidental taberna o cantina, concebida principalmente para reunirse después del trabajo. Para eso dispone de tragos de batalla, cervezas con un par de alternativas japonesas, vinos y una docena de sakes, dispuestos en pequeñas jarras o botellas, incluido uno elaborado especialmente para la casa.