Tortas Don Polo torteria tradicional en la Del Valle

En 1956 y con un capital de tan sólo $50.00 de aquel entonces, Leopoldo Sánchez acondicionó un local del multifamiliar Miguel Alemán para la venta de tortas calientes y jugos; fue tal su éxito que pronto abrió otro restaurante en Félix Cuevas siguiendo esa misma línea. Hoy en día sus famosas tortas y la sazón con toque hogareño de sus platillos son los favoritos de oficinistas y familias.

Muchos de sus clientes más asiduos son adultos mayores, y no es para menos con la tradición de este lugar; el ruido de la televisión encendida, el tintinear de los cubiertos, las pláticas y el ir y venir de los meseros son características de este restaurante.

Un menú mexicano con sazón casero es el sello de este típico lugar

La atención de los meseros es impecable desde que te guían a la mesa hasta que te ofrecen el menú del día, que por cierto va cambiando cada semana.

La carta incluye desayunos con especialidades como el Don Polo, que consta de carne asada acompañada de chilaquiles verdes o rojos y frijoles refritos, perfecto para saciar el hambre feroz mañanera.

Pastas, enchiladas, sopas, tacos dorados, arrachera, sándwiches y la insignia de la casa, sus célebres tortas. Opciones tradicionales como la torta cubana (la cual por cierto se adjudican como invento propio) y la de milanesa con quesillo; además de creaciones peculiares por si la torta convencional ya no te satisface, como la torta con chile relleno, de arrachera con quesillo y de bacalao, romeritos y pavo en época decembrinas.

Las tortas de Don Polo, una clásico de la Ciudad de México que no puedes dejar de probar

No pueden faltar las copas enormes de agua de horchata, jamaica y melón; los jugos de fruta de la temporada, el café en todas sus variedades y los postres como arroz con leche, flan napolitano y plátanos fritos con mermelada. Y lo mejor de todo, con precios accesibles. También puedes pedirlos desde tu casa ya que cuentan con servicio a domicilio. Seguro te vas a llenar.