En Yamasan Ramen House sentirás que estás en Tokio sin necesidad de viajar, gracias a sus platillos de comida japonesa, además de escuchar su música J-pop
Por favor, que alguien amablemente retire al sushi, gohan y edamames del podio de “comida japonesa en la cultura capitalina”. Ahora cedan el paso al nuevo campeón indiscutible: el ramen (y vaya, no es algo nuevo; sin embargo, su popularidad se ha incrementado últimamente). Este platillo se ha apropiado de nuestro paladar, y uno de los mejores lugares para degustarlo es Yamasan Ramen House, un local semi-escondido, su entrada está a unos pasos de la acera, cercano a la piedra angular de la Condesa: la esquina de Michoacán y Tamaulipas.
Su menú bilingüe indica los platillos de temporada, vegetarianos, picantes y, además, tiene una sugerencia perfecta, casi filosófica: “Nuestros platillos están sazonados a su punto. Pruébalos antes de alterarlos con condimentos”.
Como entrada, prepárate… probarás uno de los alimentos que volarán tu cabeza si eres amante del tocino, y si no, gracias al kakuni de pork belly, revalorarás tus gustos porcinos. Este trozo de carne es un abundante manjar sazonado y rebanado de tal forma que se derrite en tu paladar y es ideal para acompañar la especialidad de la casa, los fideos.
Estos últimos puedes ordenarlos vegetarianos, de huevo, fritos, delgados y, claro, con diferentes ingredientes y caldos: sal de Colima, con pechuga de pavo y aceite de camarón, o el Texas Brisket Miso, cuyo nombre delata sus toques esenciales. Por un precio extra unos 50 pesos cada uno puedes agregarle algún topping. Para finalizar, ordena el goma ice cream: helado de ajonjolí negro con mochi (pastel de arroz) y fresa.
Al entrar sentirás que has viajado a Tokio: el J-Pop circula sin cesar, la mobilaria roja con toques metálicos encima de cada mesa hay un gancho que cuelga de la pared para tu abrigo y una barra que resguarda la cocina abierta. Estos pequeños detalles crean un ambiente perfecto para sumergirte en el sabor y aroma del ramen.