Luego de más de una década de operar sobre avenida La Paz, Zeru Restorán —establecimiento creado por el chef Alberto Ituarte, al igual que Alaia y Emilio, entre otros— mudó su sede al número 1547 de la cercana Revolución del mismo barrio de San Ángel, a un local más amplio y de agradable decoración que acentúa su atmósfera relajada.

Después de una década, Zeru Restorán cambia su sede a San Ángel en un espacio más amplio 

Mantiene su gustada oferta de comida tradicional española, a cargo Israel Aréchiga, el chef responsable, donde no faltan las patatas bravas, gambas y hongos al ajillo, huevos rotos, fideua de mariscos, solomillo ni chuletón madurado, acompañado de pimientos y papas cabrales.

A estos platillos sumaron, para la hora de la cena, otra carta con opciones menos contundentes que igual pueden colocarse al centro de la mesa para compartir, acompañados de una copa de vino, cerveza u opción de coctelería, concebidos para disfrutar de una tranquila velada.

El menú de Zeru está conformado por platillos de la cocina tradicional española

Destaca la combinación de cubos de sandía y queso feta aderezados con albahaca para conformar una refrescante ensalada, así como sus pequeñas empanadas de pasta hojaldrada rellenas de queso brie, coronadas con láminas de almendra. No faltan los tacos de ibérico acento, aquí preparados con lechón desmenuzado y una salsa picante para agregar al gusto del comensal, ni las croquetas de jamón serrano o la combinación de hongos con parmesano.

Opciones para cenar en toda forma se encuentran en su lasaña preparada al horno, con hongos y parmesano, el robalo a las brasas con tahini —pasta elaborada con semillas de sésamo, tradicional de la gastronomía de Medio Oriente— y guarnición de verduras orgánicas al carbón, y pequeña paellera con arroz azafranado, para honrar la noche con la comida.

Los especiales del pizarrón

Sello característico de Zeru Restorán son los pizarrones que exhiben en las mesas, donde anotan los especiales del día fuera de carta, preparados acorde a las sopresas que puedan deparar los proveedores. Las limitadas porciones disponibles hacen que los meseros vayan tachándolos de los espacios que los anuncian conforme se agotan.