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Mishigune: restaurante que te lleva de viaje gracias a la comida judía
Uno de los mejores restaurantes de CDMX: Mishigune es un homenaje a la comida judía y sus sabores europeos, de Medio Oriente y Asia.
Mishigune es uno de los mejores restaurantes que han llegado a la Ciudad de México.
Es un viaje cultural y gastronómico por la cocina judía presente en casi todos los rincones del mundo: Medio Oriente, Europa y Asia. Cada bocado es una recorrido emotivo por recetas que cientos de migrantes han perfeccionado por siglos en distintas latitudes.
Lo conocimos a unas cuantas semanas de su apertura oficial y cada plato fue espectacular. Para mí, los mejores restaurantes son los que cuentan la historia de un momento y espacio en el mundo, y Mishigune nos presenta sabores que pocas veces tenemos oportunidad de probar en nuestra ciudad.
Para Dónde Ir, este restaurante es de las mejores tres aperturas de 2022…. y te vamos a decir por qué debes visitarlo.
Un poco de historia
Mishiguene, Cocina de Inmigrantes, nació a finales de 2014, en Buenos Aires, en el barrio de Parlermo. El menú nos sumerge a la cocina judía, con recetas ancestrales y modernos de Medio Oriente, Europa, el Mediterráneo y Asia.
En 2017, Mishiguene fue seleccionado como parte de los 50 mejores restaurantes de América Latina.
Por su parte, en 2022 el restaurante fue incluido en la lista de los Mejores 100 restaurantes del mundo, según @theworlds50best. Inició en el conteo en la posición 88 de la lista mundial.
El menú de Mishigune varía un poco respecto a su hermano mayor de Buenos Aires. Una opción un tanto más tropicalizada, pero igual de inolvidable.
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¿Qué voy a comer?
Todo es delicioso. Nosotros tuvimos oportunidad de probar el menú de degustación, donde puedes vivir completamente la experiencia de Mishigune.
Para empezar, sirven el el mezze: pequeñas entradas al centro para compartir con aceite de oliva y pan árabe. Tahina, muhamara, babaganoush, falafel, hummus o nuestro favorito: gehakte leber (hígados de pollo picados a cuchillo con cebolla confitada y huevo).
Después, una ensalada deliciosa y fresca.. Fatoush verde con melón, pepinos, zuccini, láminas de pimiento jalapeño, apio, albahaca, labneh y pistache.
Chipirones Mishigune: que llevan salsa taratur, tinta de calamar, ajos confitados, filete de anchoas y hojas de perejil.
Kebab de cordero: taco servido en tortillas de maiz, hummus de alcachofa de Jerusalén, tarator de tomates y demiglace de cordero y chile habanero.
Y cuando pensabas que ya nada podía ser mejor, llega el último platillo de fuerte… el Pastrón: costilla ahumada con chips de madera de olivo. Se sirve con couscous israelí trufado.
Y de tomar…
Cuenta con una carta de vinos con un curaduría matemática. Probamos una variedad de etiquetas francesas y españolas envidiables.
De su carta de cocteles, prueba el negroni, martini, café azteca o borscht -una bebida típica eslava-
Claro, también puedes ordenar cervezas (tequila, mezcal, whiskey, cognac, y digestivos.
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Sobre el chef
La mente maestra detrás de Mishigune es el Tomás Kalika, una enciclopedia sobre la historia y origen de la comida judía. Nacido en Buenos Aires y con formación en Israel, retoma la tradición culinaria de sus ancestros polacos-rusos para sus recetas.
Tuvimos oportunidad de platicar con Tomás se pasea por su restaurante verificando al proceso de sus creaciones; pero más allá de su talento en la cocina, es un hombre lleno de datos, una sonrisa permanente y cuyo amor hacia sus raíces se proyectan en cada plato.
Además, en 2019, Tomás fue distinguido como el “Chef del Año” en Latinoamérica, con el Chef’sChoice Award por The World’s 50 Best.
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¿Cuál es el mood?
Ubicado en la planta baja de Torre Virreyes, es un lugar ideal para comidas de trabajo y tiene un ambiente semiformal. Ideal para una primer cita foodie o para una cena con un grupo de amigos.
Lo que más nos gustó fue la enorme cocina abierta donde puedes ver toda la actividad de la parrilla y la preparación de ciertos alimentos. Al entrar verás la barra de bebidas revestida en blanco. Las mesas de madera están enmarcadas por gigantescas ventanas que de noche le dan un toque elegantísimo.
En una de las paredes, encuentras el sello distintivo del restaurante: decenas de fotos del siglo XX que representan el legado cultural de Mishigune.
¿Cómo, dónde y cuánto?
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