Mylk Bakery: Un paraíso de la repostería en la Roma

Sabores exóticos que no encontrarás en ningún otro sitio, así es la repostería de Mylk Bakery

Mylk Bakery es acogedor. Ubicado en plena colonia Roma, este sitio está inspirado en el estilo neoyorquino, pero con productos y proveedores 100% mexicanos.

El solo pasar por aquí es una experiencia sensorial. Por las mañanas el aroma a pan recién horneado, el intenso sabor de una mermelada artesanal de frutos reales y a la dulzura fina de la  crema acabada de batir se apoderan de tus sentidos. 

• ¿Dónde? Valladolid #76, Roma Norte.
• Horario: Lun. a sáb. 08:00 – 20:30 h.
• Teléfono: 2124.4535
• Síguelos en Facebook e Instagram.

Solo necesitas un breve instante para convencerte de que Mylk Bakery es perfecto para los amantes más exigentes del mundo de la repostería. Para ellos, importa más la calidad que la cantidad.

Mylk Bakery llega a la CMDX para irrumpir y revolucionar la repostería

Este lugar logra lo que pocos, un ambiente creativo, contemporáneo e inspirador. Si las panaderías y reposterías en México se han encasillado en lo industrial y antiguo, Mylk Bakery llega a nuestra ciudad para irrumpir con productos que muestran un exquisito trabajo artesanal, hechos cuidadosamente cada día para asegurar su frescura.

Las sensaciones que vivirás en la barra de Mylk Bakery son únicas. Han logrado capturar la esencia de lo tradicional, fusionando nuevos y exóticos sabores. La Dona Brioche rellena de Crème Brûlée, la Concha rellena de Nutella y la deliciosa combinación de Galleta Matcha y Chocolate Blanco son de los favoritos. Para los paladares más aventureros está la Dona de Maple con trocitos de Tocino. Aquellos con gustos más sutiles deben probar el Pastel de Té Chai o el Rol de canela con Cardamomo y pasas güeras.

Tratándose de café, Mylk no se ha quedado atrás. Ofrecen toda la variedad del Café Buna, dotado de intensos acentos y destellos de nuez y vainilla. Lo sirven en una rica taza recién preparada y junto con la repostería, forman LA combinación perfecta.

Sin duda, los cazadores de pequeños instantes placenteros tienen un nuevo must en la CDMX.