¿Has escuchado hablar de la dieta keto? Te contamos de qué trata y cuáles son algunos de los mitos más comunes y sus principales beneficios.
La dieta keto se ha popularizado en los últimos años y han surgido ciertos mitos a su alrededor. Aquí te explicamos más y te decimos cuáles son sus principales beneficios.
La dieta keto es un régimen alimenticio rico en proteínas y grasas saludables, pero bajo en carbohidratos. Al disminuir de manera significativa la ingesta de estos últimos, nuestro cuerpo entra en cetosis y se ve obligado a emplear las grasas como la principal fuente de energía. Por consiguiente, nuestro organismo empieza a producir moléculas conocidas como cetonas, que sustituyen a la glucosa como precursor energético.
Si buscas iniciarte en este estilo de vida, es necesario que lo hagas bajo la supervisión de un nutriólogo especialista para que lo hagas de una forma correcta y segura.
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Es importante mencionar que la dieta keto puede mejorar tu calidad de vida, siempre y cuando sus beneficios correspondan a lo que tu cuerpo necesita. Un estudio reveló que puede ser ideal para el manejo de los niveles de azúcar; además, es efectiva para el control del peso a largo plazo, de acuerdo con una investigación realizada en pacientes diabéticos.
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Es cierto que las dietas bajas en carbohidratos en algunas personas aumenta el LDL, mejor conocido como colesterol “malo”; sin embargo, cuando el LDL-C está influenciado por la dieta, no se han demostrado efectos sobre el riesgo cardiovascular. De hecho, un artículo señala que la dieta cetogénica en general ayuda a incrementar los niveles de HDL (colesterol “bueno”).
Un estudio encontró que la dieta keto no es causante del hígado graso; al contrario, puede tener un impacto positivo en el contenido de grasa hepática. Asimismo, la Asociación Europea para el estudio del hígado recomienda una dieta baja en carbohidratos como una forma de tratar la enfermedad.
Los expertos aseguran que una dieta keto puede reducir el número de convulsiones causadas por la epilepsia. Se recomienda ampliamente cuando los medicamentos no logran controlar los ataques o cuando sus efectos secundarios resultan contraproducentes.
Las investigaciones surgieren que este régimen puede beneficiar a los pacientes que sufren de ciertos tipos de cáncer. Lo ideal es que se consulte con un especialista antes de cambiar hábitos alimenticios.
Como ya se mencionó anteriormente, la dieta keto puede ayudar a nivelar el colesterol y, de igual manera, puede reducir la presión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular.
Una alimentación baja en carbohidratos contribuye a estabilizar los niveles de glucosa, lo que mejora nuestro nivel de energía. Además, el cuerpo produce más cetonas, una fuente potente de energía para nuestros cerebros, músculos y órganos.
Comúnmente se relaciona la idea de llevar un estilo de vida keto con el concepto de restricción y, aunque sí hay ciertas limitaciones al principio, no es sinónimo de sufrimiento. Conforme tu cuerpo se vaya adaptando a la cetosis, podrás incluir alimentos especialmente formulados con pocos carbohidratos y bajo impacto glucémico, como las harinas de coco o de almendra y ciertos edulcorantes como el eritritol y la stevia.
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