Recorre el mar caminando, nada entre tortugas gigantes, visita el museo debajo del mar, en estas actividades acuáticas inusuales en México.
5 actividades acuáticas inusuales en México recorre un museo bajo el agua
Trato de controlar mi respiración para administrar mi oxígeno, abro bien los ojos para ver las esculturas que hay debajo del agua, me agarro fuertemente del tubo, estamos a siete metros bajo el agua y cientos de peces pasan a mi lado ignorándome como si yo fuera algo más en el agua. Trato de dar pasos seguros mientras sigo a mi instructor en mi recorrido, donde llevo puesto mi traje de baño, mis zapatos de buceo y mi casco que es lo que me permite respirar bajo el agua.
Ponte el traje de buzo y recorre este museo que se encuentra a 10 metros de profundidad en el mar de las islas mujeres y Cancún, es el único museo en su tipo donde verás 400 piezas de concreto marino. Sino te animas a nadar tan profundo, puedes hacer snorquel y admirar el museo desde más alto mientras peces, erizos, peces ángel y tortugas pasa al rededor de ti.
Encontrarás un bocho, una mini casa, aros y hasta bombas de tiempo que conforman la galería con artistas como Jason DeCaires Taylor, Karen Salinas, Rodrigo Quiñones y Salvador Quiroz.
En una de las presas más grandes de México que genera más actividad, se alcanza a ver la torre y la campana de una iglesia, que nos recuerda que debajo de ella había un pequeño pueblo donde la gente hacía su vida normal e iba a la iglesia. Pero un buen día, en el último año de gobierno de Lázaro Cardenas la presa del Infernillo inundó el poblado dejándolo completamente bajo el agua a 151.1 metros de profundidad.
Si te preguntas que paso con la gente ahí vivía, fueron traslados a otro poblado, convirtiendo al pueblo de Churrumuco en una presa que almacena 9,340 hectómetros de agua.
Estarás a siete metros bajo el agua, no necesitarás un traje especial de nada, estarás en las profundidades del mar con tu traje de baño, con zapatos especiales y un caso enorme transparente para que puedas respirar (como el de arenita de Bob esponja) y puedes ver el otro mundo que yace debajo del agua.
El recorrido dura media hora, vas agarrado de un barandal para que puedas caminar mejor, e irás acompañados de guías especializados. Disfruta de la vista, de tortugas enormes pasar delante de ti, de peces pasando a tu lado como si tu no existieras.
Hace 78 años la gente podía caminar por las calles empedradas de este pueblo, pero nuevamente una presa hizo de las suyas y dejo bajo el agua en 1931 a la comunidad de San Luis Taxhimay. Si te cuesta trabajar imaginar como era, dicen las malas lenguas que cuando baja mucho el agua se alcanza a ver un poco más de las 365 hectáreas.
Agarra el remo o amárrate bien los tenis para que conozcas en lancha de remo o motor, kayak o lancha de pedales un poblado que quedo inundado bajo el agua.
Unos googles, un chaleco salvavidas, y un snokel para que respires cuando metas la cabeza al agua de chismoso cuando pases nadando, bueno flotando por laberintos de cuevas, o una red natural de canales que están bajo la Península de Yucatán de los ríos Azul, Maya, y Manatí. Estos canales son iluminados por entradas naturales de luz por 600 metros a 1.60 metros de profundidad.
Déjate llevar por la corriente de un agua refrescante que desemboca a las orillas del mar junto a manglares y flamencos de color rosas.