Crónica: Salto en paracaídas en Puebla

Me fui de paseo a Puebla para aventarme del paracaídas. Te cuento toda mi patoaventura y cómo puedes vivir esta experiencia con los chicos de Experimenta.

¿Dónde? Skydive Puebla – Experimenta
¿Cuánto? $3,200 vuelo a 17 mil pies de altura. Capacitación teórica y práctica con un instructor profesional

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La idea de la caída libre genera cierta adrenalina combinada con miedo, algo que a la vez da un resultado de felicidad fugaz que querrás repetir una y otra vez. La verdad es que cuando se me presentó la oportunidad de practicar paracaidismo no lo pensé dos veces.

Nos invitaron a participar en una aventura en Skydive Puebla en Atlixco, Puebla. Nos levantamos muy temprano, para llegar aproximadamente a las 10:00 y alcanzar un buen lugar. Antes de nosotros ya había gente esperando su turno y lo que más me sorprendió fue ver a los niños que miraban al cielo -muy emocionados- mientras los primeros valientes ya iban descendiendo y los adultos se veían blancos del pánico.

La recomendación es tener un desayuno ligero porque la espera puede ser larga. En lo que llegaba mi turno pasé a un curso intensivo donde me explicaron la historia del salto en tándem y los riesgos de la práctica.

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Ya habían pasado algunas horas cuando llegó mi oportunidad, hasta este momento mis nervios se mantenían en calma; sin embargo esto estaba por cambiar… Me puse un uniforme para después colocarme el paracaídas y subir al avión que mientras se elevaba yo iba entrando en pánico. Lo mejor que pude hacer fue platicar con el experto y distraerme un poco.

Mi instructor me explicó que me engancharía a su cuerpo y prácticamente tenía que dejar que me cargara para aventarnos del avión. Con nosotros iba una chica que era mi camarógrafa, se encargó de grabar todos mis gestos y algunas palabras que, por un momento, pensé serían las últimas. También mi instructor llevaba una GoPro para el momento de la caída libre que duró un minuto.

Fui la primera en salir del avión y esto aumentó mi miedo. Mi recomendación es no ver para abajo porque inmediatamente te entra un verdadero terror. Mi reacción fue morderme el labio y casi casi me lo abrí,  una vez en el aire todo se me pasó.

Mientras caía a 17 mil pies de altura, hicimos algunas maniobras con el paracaídas y yo no dejaba de gritar de la emoción. De la nada dejé de sentir estrés y disfruté esos pocos minutos que duró el descenso. Cada minuto de espera valió la pena y solamente espero la oportunidad de volver a este destino y admirar el bello paisaje que se disfruta de esta experiencia súper segura.

Tip: Dicen que lo barato sale caro. No te expongas y acércate a los expertos.