Te contamos qué hacer en Cuetzalan, y todas las actividades que encontrarás en este pueblo mágico, los hoteles y agencias de turismo
Te decimos qué hacer en Cuetzalan: un Pueblo Mágico en Puebla lleno de actividades
Un pueblo mágico que se detuvo en el tiempo, atrapado entre calles empedradas, tejas de barro, vestimentas tradicionales, cascadas, grutas, río, zonas arqueológicas, y una cocina que aún conserva elementos indígenas y españoles, que se conservan a la par de las tradicionales danzas y festividades.
Va desde hacer senderismo, pasear a caballo, en cuatrimoto, nadar por un río subterráneo, descender de una tirolesa, recorrer grutas, practicar rappel en cascadas, cañonismo y nadar en pozas. Dime que tienes y te diré a dónde vayas:
Poza Pata de Perro
A media hora del centro de Cuetzalan se encuentra una pasa que tiene la forma y los orificios como si un perro gigante hubiera pasado el terrero cuando esta fresco y forma unas pozas donde puedes nadar y sumergirte. No son muy profundas pero se recomienda meterse con equipo de protección.
En la misma zona encontrarás también la gruta con río subterráneo la Garganta del Diablo y el Cañón Sagrado.
Para admirar la belleza de la cascada, deberás treparte a una cuatrimoto, recorrer un terracería, caminar por 20 minutos por senderos repletos de vegetación, te llevarán directo a la cascada. Si te pierdes, deja que el sonido del agua te guía. Por la zona podrás observar la Poza de Tecajete a solo 30 minutos de distancia.
Si necesitas más aventura, cuenta con 15 cascadas que puedes visitar como:las Brisas, el Salto, las Hamacas, Corazón del Bosque, las Golondrinas, Tres caídas, Taxipehuatl, Velo de Novia, Atepatahua, Cola de Caballo, la Escondida, el Ixtakat.
En cuanto a sus grutas, hay cerca de diez que puedes visitar de la mano de un guía: Atepolihui, Aventura, los Corales, Chichicazapan, el Chivostoc, Alpazat, Tepalehuate, las Cortinas, Tenexpetec, las Ollas del Tesoro, la Garganta del Diablo.
Atractivos arquitectónico: Parroquia de San Francisco de Asís, Capilla de la Purísima Concepción o de la Conchita, Santuario de Guadalupe o Iglesia de los Jarritos, Palacio Municipal, Museo Emma Flores de Morante, Casa de la Cultura y el Mercado de artesanías.
No toda la belleza radica en su clima, sino en su comida. Dicen que con hambre todo sabe bueno, pero esta comida tiene el poder de abrirte el apetito con solo verla, su tradición culinaria combina elementos indígenas y españoles, así que puedes ir echarte una cecina ahumada acompañada de hongos zetas y tlayoyos, pollo en chiltatix, los frijoles con Xocoyolin y las acamayas de agua dulce y las enmoladas.