
Más que un destino vinícola, el Valle de Guadalupe es una experiencia que despierta todos los sentidos.
Existen lugares mágicos que te roban suspiros por su belleza, paisajes, clima, amenidades, gastronomía, y luego está Ensenada. El increíble corazón costero del norte de México que resguarda inigualables espacios como su icónica Bufadora, aunque sabemos que la joya -sin duda alguna- es el Valle de Guadalupe. Por eso te hemos armado una guía para que conozcas su emblemática ruta del vino, sus restaurantes, festividades y opciones de hospedaje. Aquí te contamos los detalles:
Foto: Yonuet Campos
Dónde Ir en Ixtapa Zihuatanejo: guía de actividades, hospedaje, restaurantes y más
Más que un destino vinícola, el Valle de Guadalupe es una experiencia que despierta todos los sentidos. Aquí, cada copa cuenta una historia y cada comida celebra la identidad de Ensenada y Baja California. Una ruta para descubrir, saborear y volver… siempre con una copa en la mano. Aquí te decimos Dónde ir:
Conocida por su arquitectura sustentable hecha a partir de cascos de barcos reciclados, Vena Cava celebra dos décadas de historia con una propuesta que combina vinos de autor y experiencias sensoriales únicas. Su cava “Descorchando Memorias” invita a catar etiquetas que reflejan el espíritu pionero de la bodega, donde cada sorbo honra la evolución del vino mexicano.
Esta bodega familiar ha ganado fama por sus vinos con identidad y su conexión con el arte y la gastronomía. Aquí se elabora el Lunario Reserva Privada, maridado con la cocina de Restaurante Lunario, de la chef Sheyla Alvarado. El espacio combina elegancia rústica y experiencias que exaltan el terroir bajacaliforniano.
En el corazón del Valle de la Grulla, esta vinícola ofrece un acercamiento más íntimo y campestre al vino artesanal. Su propuesta gastronómica -que incluye burritos de jaiba y degustaciones al aire libre- conecta la tradición local con la autenticidad de un paisaje sereno.
Premiada con el Reconocimiento a la Innovación Turística 2025, Dovinto representa el futuro del enoturismo sustentable. Su enfoque ecológico y su arquitectura integrada al entorno permiten disfrutar recorridos guiados y catas con vinos que equilibran frescura y elegancia.
Este es el lugar más bonito e impresionante que vas a encontrar en el destino. Y no mentimos. Así que sí o sí lo debes visitar.
Una de las experiencias más completas del valle. Aquí, los visitantes pueden vivir el taller “Haz tu propio vino”, recorriendo los viñedos y participando en el proceso de mezcla y embotellado. Sus vinos -de nombres celestiales como Copernicus o Orion- reflejan la riqueza del suelo y la pasión de sus enólogos.
Tradición y calma definen esta vinícola que combina desayunos campestres, recorridos por sus instalaciones y vinos que honran la herencia familiar. Ideal para comenzar la mañana entre barricas y viñas que parecen detenidas en el tiempo.
Ubicado en los jardines de Vinícola Lomita, el restaurante de la chef Sheyla Alvarado ofrece un menú de temporada que dialoga con los vinos del valle. Su cocina de autor combina técnica contemporánea y respeto por los ingredientes locales.
Además, este lugar está premiado con dos estrellas Michelin.
El chef Diego Hernández rinde homenaje a la cocina bajacaliforniana con un enfoque sustentable y refinado. Su propuesta de cocina de autor celebra los sabores del mar y la tierra, reinterpretando platillos tradicionales con un toque creativo.
En San Antonio Necua, esta cocina tradicional rescata las recetas de la comunidad Kumiai. Aquí se sirven barbacoa, borrego al horno y tortillas hechas a mano en un entorno rústico y cálido, ideal para una mañana campestre.
Un rincón vibrante en Plaza Santo Tomás, donde la chef Ana Olguín mezcla su herencia veracruzana con ingredientes del Pacífico. Su ambiente “beach chic” y su carta de ceviches, aguachiles y cócteles creativos la convierten en parada infaltable al caer la tarde.
El Hotel México en la Piel es un refugio ideal para quienes buscan descansar. Con vistas panorámicas impresionantes al Valle y el estrellado cielo, desayuno campirano y atención, este hotel se convierte en la opción ideal. Además, es importante destacar que cada habitación está inspirada en cada estado del país.
Te aconsejamos no perderte de los amaneceres y atardeceres.
Más allá del vino, el Valle ofrece una agenda llena de cultura, tradición y sabor. Una de las celebraciones más esperadas es el Concurso de Paellas “Dr. Ramón García Ocejo”, que cada verano convoca a más de 80 vinícolas y 90 equipos paelleros en Viña de Liceaga. Este festival gastronómico, organizado por Provino Baja California, combina vino, música en vivo y ambiente familiar, convirtiéndose en una experiencia imprescindible para los amantes de la buena comida y la convivencia al aire libre.
Además, los visitantes pueden disfrutar de paseos en bicicleta entre viñedos, recorridos guiados por bodegas boutique, sesiones de cata a la puesta del sol y mercados locales con productos artesanales. Todo enmarcado por un paisaje que combina desierto, mar y montaña, ofreciendo una experiencia tan completa como memorable.
Así que ya sabes Dónde Ir, qué hacer y qué comer en la joya de Ensenada: Valle de Guadalupe.
¡Vacaciones a tu medida! Disfruta del nuevo More Inclusive de Lomas Hospitality