Sacramento: capital foodie y de street art en California

“Cuando viajas en avión a Los Ángeles y miras por la ventanilla, lo único que ves es cemento; cuando vuelas hacia San Francisco, ¿qué ves? sólo agua; pero cuando vienes a Sacramento lo único que miran tus ojos son campos y tierras”.

Este es el sentimiento que inunda a la no sólo capital de California, también capital del concepto farm to table (prácticamente, comida orgánica de productores locales de la comunidad) presente en cada cada calle, restaurante y bar de la ciudad. Sacramento, que se formó como un asentamiento colonial de la Nueva España —de ahí su nombre religioso—, es ahora uno de los destinos foodie que están dominando el turismo de la Costa Oeste norteamericana y que se ha transformado en un centro de ebullición del arte culinario, callejero y de cerveza artesanal.

Desde que caminas por el centro de Sacramento, se siente un ambiente old town USA, mezclado con cierta magia de escenarios dignos de una postal de Instagram. La zona medular de la urbe inicia a orillas del río homónimo de la ciudad, donde se concentran edificios que simulan estar enclavados en el Viejo Oeste, y resguardados por una estación de tren con una locomotora varada en sus vías, así como un barco de vapor Delta King que funge como hotel y también como restaurante de comida estadounidense.

Foto: Josué Corro

A unos metros de este escenario digno de un filme de John Wayne, se encuentra uno de los íconos más famosos de la ciudad: el puente Tower Bridge, que se erige con un imponente color amarillo, el cual cobró relevancia pop gracias a diversas escenas de la cinta Ladybird, filmada en Sacramento, y que une a esta ciudad con West Sacramento, cuya bienvenida te da el estadio de beisbol Raley Field, casa de River Cats, filial de los Gigantes de San Francisco.

La relevancia de Ladybird es tal, que no sólo se ofrecen tours por la ciudad para visitar otros escenarios que aparecen en la película; también se pueden observar un par de murales dedicados a su protagonista, Saoirse Ronan. Porque éste es otro secreto de Sacramento: es una ciudad matizada por el arte callejero, con paredes intervenidas por artistas como Shepard Fairy.

Sacramento es la mezcla perfecta entre un destino que destila la comida más original de la región; uno de los paraísos de cerveza artesanal de todo el continente y, sobre todo, un espacio donde conviven historia, arte y tendencias foodie.

DÓNDE COMER EN SACRAMENTO

The Bank

El nuevo mercado gourmet que ha acaparado a la ciudad. Ubicado en un viejo banco californiano, ofrece comida del mundo bajo un estética que fusiona la elegancia de un recinto cargado de mármol, pilares y enormes candelabros, con comida casual. Lo mejor de The Bank es que el sótano donde se ubicaban las antiguas bóvedas, con puertas de metal, ahora funciona como un bar de cerveza artesanal.

Foto: Julio Cedillo

Ella Dining Room

Uno de los restaurantes de fine dining más famosos del centro de Sacramento. Con una enorme cocina abierta y una cava con vinos de la región, se ha convertido en un sitio predilecto de fine dining. Sus platillos se basan en menús itinerantes donde destaca la frescura de sus mariscos, pescados, cortes y ensaladas. Pero la joya de la corona de Ella es su coctelería (y lo mejor: cuenta con happy hour): tragos clásicos con un toque contemporáneo —Manhattans, tonics, old fashioned— y bebidas con especias según la temporada del año.

Foto: Julio Cedillo

DÓNDE TOMAR CERVEZA EN SACRAMENTO

Ruhstaller

Una institución en todo el estado: uno de los primeros establecimientos que desarrolló la cultura de la cerveza al producir y vender diferentes estilos con productos locales, desde finales del siglo XIX. Hoy es un bar ubicado a orillas del centro que se distingue por su sótano taproom con mesas de billar, y por ser el epicentro de la vida nocturna cuando juegan los Sacramento Kings de la NBA.

Foto: Julio Cedillo