Entrevista: Lila Avilés, directora de La Camarista

Lila Avilés inició en teatro, se volvió actriz casi por accidente y ahora es directora de cine. Su ópera prima, La Camarista, llega hoy a la cartelera y bajo el brazo trae un Ariel y varios premios más de festivales de todo el orbe. 

Su cinta nos muestra la vida cotidiana de Eve (Gabriela Cartol), una camarista de un lujoso hotel de la ciudad y todo el universo invisible de estas (y estos) trabajadores que deben pasar desapercibidos. Es una cinta muy reveladora y muy bien actuada.

Hablamos con Lila sobre sus inicios, el proceso de casting y, claro, sus lugares favoritos en la CDMX.

La Camarista: lo bueno, lo malo y lo feo

Tengo entendido que empezaste siendo actriz, ¿por qué diste el paso a la dirección?

Empecé desde muy pequeña en teatro, pero también dirigí muchísimo, fui asistente de dirección, trabajé en vestuario, maquillaje, arte. Me fui construyendo mi propia escuela, pero en el fondo el objetivo siempre fue dirigir. 

¿Cómo encontraste a tus dos protagónicos?

Yo había visto a Gabriela Cartol en La Tirisia y me gustó mucho. El papel originalmente estaba pensado para una actriz de mayor edad, pero de todas formas le pedimos a Gaby que hiciera el casting y me encantó.

Lucía Uribe -amiga y directora de casting- fue quien propuso a Teresa Sánchez y la verdad es que ni siquiera tuve que verla en vivo, con los videos que me mandaba de ella por Whatsapp quedé convencida. Originalmente la estábamos casteando para un papel más pequeño pero es tan genial que no me quedó duda: ella tenía que ser la Minitoy. 

¿Cómo es que llegaste a esta historia?

La primera fuente de inspiración fue un libro que me encontré llamado “L’Hotel”, de Sophie Calle. Ella es una fotógrafa francesa que en algún punto de su vida trabajó como camarista y tomó varias fotos de las cosas de los huéspedes. La idea se me quedó en la cabeza y luego entré a un taller de dirección de de actores, eso fue hace ocho años, e hice un ejercicio que duraba no más de 10 minutos sobre una camarista, luego evolucionó a obra de teatro, y ahora es la película.  

La cinta por un lado es un estudio de personaje pero también hay denuncia social, ¿ésa fue tu intención desde el principio?

No, no hubo premeditación, no me lo pensé tanto. Lo que sí tenía claro desde el principio es lo que no quería hacer, y lo que no me interesaba hacer era “Las Aventuras de la Camarista”, eso definitivamente no. Me interesaba darle voz a este personaje que no quiere hablar mucho y entender su cotidianidad. 

La Camarista llega junto con otras dos cintas mexicanas sobre la vida de las trabajadoras domésticas: Roma y El ombligo de Guie’dani ¿Qué te dice esta coincidencia? 

A mi me parece un fenómeno muy bonito, es claro que queremos escucharlas y queremos también que se hable de estas mujeres. México es un país muy complejo y hay muchas historias, pero a mi las que más me conmueven y que creo que son el fundamento de este país son aquellas relacionadas al oficio. Aquí tenemos la historia de la camarista, pero allá afuera está el zapatero, el que vende naranjas, etc. Estas personas dan todo para sacar a su familia adelante, me parece super importante hablar de estas personas que alimentan a México. La indiferencia no nos sirve, sólo hay que voltear tantito hacia un lado para ver que existe otro mundo.  

Por último, ¿cuáles son tus lugares favoritos de la CDMX?

Me gusta mucho Coyoacán, como que está alejado del tráfico diario. La Cineteca me gusta mucho, es mi santuario sagrado. Me gustan mucho los museos, el Tamayo, el MUAC… me gusta todo lugar de la ciudad que no involucre stress de ciudad.