FICM 2022: Entrevista con David Buitrón sobre “La Colonial”

Estamos a unas horas de que arranque la vigésima edición del FICM y antes del festival tuvimos la oportunidad de platicar con David Buitrón, el director de La Colonial; un largometraje documental que forma parte de la Selección Michoacana de 2022. ¡Esto nos contó sobre el retrato del hospedaje ubicado en CDMX!

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David Buitrón nos cuenta sobre “La Colonial”

Desde hace años, La Colonial ha sido el albergue de una comunidad de hombres. En el documental de Buitrón somos testigos de las interacciones y la colectividad que forman las personas que habitan tras las puertas de aquel mítico hospedaje.

Foto: Cortesía

¿Cómo fue que llegaste a La Colonial? ¿o La Colonial llegó a ti? ¿Por qué decidiste que querías contar la historia de este lugar?

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Desde que estaba más pequeño sabía que existía porque un tío mío es quien administra el lugar. De él, otros tíos y familiares venían historias de La Colonial que dibujaban en mi un lugar lúgubre, misterioso y extraño, pero nunca lo conocí realmente; nunca entré hasta mucho tiempo después cuando me mudé a la CDMX y estaba estudiando cine, vino esta oportunidad de hacer un documental y decidí conocer por primera vez a La Colonial.

Mi idea en un principio era crear un retrato del lugar pero después los habitantes se volvieron parte de la película y poco a poco fue tomando forma hasta que descubrí que ahí había una película y que me interesa retratar la relación que tenía la casa con quien habita la casa.

¿Cómo fue descubrir La Colonial con tus propios ojos? ¿Qué cosas que no habías notado antes descubriste del lugar una vez que terminaron las filmaciones?

Contrastó mucho de la idea que yo tenía de La Colonial. Ese lugar tenebroso y lúgubre que me había imaginado no era así, ni las personas que me habían contado; podían ser las mismas personas pero no era el mismo punto de vista y eso fue un gran descubrimiento. El hecho de poder observar o convivir en el lugar y con las personas, te hace descubrir lo que realmente– en esencia– son. Tal vez el lugar puede parecer tenebroso a simple vista, pero las personas que lo habitan le dan esa luz y esa vida que tiene el lugar y que evidentemente, sin ellos, la casa no sé que sería; la casa está ahí por ellos.

El documental se siente muy genuino e íntimo ¿Por qué decidiste hacerlo con este formato y como fue que lograste que los participantes no se intimidaran con las cámaras?

Creo que el hecho de hacer ese formato de entrevistas– que no tengo nada en contra de ese formato– solo que si no está bien usado parece un interrogatorio. Tu quieres saber algo de esa persona en particular, impones de qué se va hablar y lo que quieres que se diga y para mi eso iba en contra del retrato que yo quería hacer. Si realmente yo quería transmitir la experiencia de estar dentro de la casa para el espectador, tenía que ser justo retratando la cotidianidad de la casa. Por eso fue que opté por situar la cámara en un sitio y grabar lo que sucediera de una manera muy intuitiva.

Al principio todo era como “vamos a ver que se cuenta de todo esto que capturemos”. y así fue. Quería lograr crear la sensación para el espectador de que es un habitante más o que es alguien más que está ahí escuchando y viendo como suceden las cosas de la manera más natural posible.

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La cultura audiovisual está atravesando un proceso muy complejo, estamos muy acostumbrados a la inmediatez ¿por qué crees que es importante detenernos a observar y contemplar las interacciones humanas?

Yo creo que una de las cosas que me parece que tiene la película son las pláticas muy casuales, que vienen de la nada y que a simple vista podrían parecer medio superficiales y banales, pero que en realidad contienen mucha fidelidad de lo que es en esencia esa persona. Habla mucho de quien es pero también– en un término más general– de quienes somos como sociedad. En todas esas actividades cotidianas y en todas esas conversaciones y diálogos cotidianos se pueden descubrir muchos rasgos muy particulares de cómo estamos construidos, de cuáles con las cosas que nos han impuesto– ya sea por tradición o por costumbre– como cuestiones morales o raciales. Como dices, me parece que sí sería importante despegar un poco la vista de la pantalla y los teléfonos, alzar la mirada y ver lo que está sucediendo ‘nomás’ por algunos ratos o por mero deporte. 

Foto: Cortesía

No es la primera vez que llegas al FICM ya habías estado antes con “Naufragio” ¿qué se siente volver a este festival y en estos años cómo has evolucionado como realizador?

Se siente muy bien formar parte otra vez del FICM; es conveniente y muy afortunado para la película poderse exhibir como primera ventana en este festival y en esta edición en particular. Me tiene muy contento. Cada vez estoy más seguro de la forma de trabajo que a mi me gusta; es más llevado a la forma de producción documental aún cuando no se hagan películas necesariamente documentales, pero en ese formato donde hay más cercanía de grupos pequeños, de pocos colaboradores pero de buena mancuerna y de una sana convivencia de trabajo. La Colonial me hizo darme cuenta de eso, de la forma en la que quiero realmente hacer las películas.

¿Cuál consideras que es el panorama del cine mexicano actual?

Yo considero que el panorama del cine mexicano está bastante saludable, en el sentido de que a mi parecer, hay mucha oferta de películas, de todo tipo de películas, de todo tipo de formas y eso habla de una producción saludable. Lo que sigue siendo un problema o el mayor de los problemas es el tema de la exhibición o distribución de películas, porque a menos que te claves mucho o seas seguidor de cierto tipo de cine, no se ve una difusión de películas distintas a las que se manejan comercialmente y eso sigue siendo un gran problema. Pero como te digo, hay mucho tipo de cine, que se está haciendo y que se sigue haciendo.

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