Nadie nos va a extrañar: Un mensaje de amistad y empatía para este Septiembre Amarillo    

La serie juvenil de Prime Video, Nadie nos va a extrañar, compone el retro retrato de una juventud noventera mexicana, libertaria y rebelde, que desde las aulas pintó las bases de la diversidad, la inclusión y la importancia de la salud mental.  

Por: Leo Peralta

Es 1994. El año de la apertura comercial entre Estados Unidos, México y Canadá. Ese año también murió Luis Donaldo Colosio, junto con la esperanza colectiva de renovación política. Y mientras México soñaba con convertirse en potencia económica, el levantamiento Zapatista en Chiapas despertaba instintos revolucionarios. Los aires libertarios alcanzaron a una juventud que cantaba: “Antes de que nos olviden, haremos historia”. 

Nadie nos va a extrañar (2024) nos introduce en ese contexto social haciéndonos regresar 30 años en el tiempo. De cuando los taxis de la Ciudad de México eran vochos verdes, y cuando las primeras computadoras y reproductores VHS llegaban de EE.UU. Es cierto que muchos de los contenidos de hoy en día buscan entretener, pero esta serie va un poco más allá. Justo a la nostalgia de los videoclubs y los walkmans. La nostalgia de lo analógico y de la amistad antes de las redes sociales.  

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Memo (Axel Madrazo) es nuevo en su escuela y tiene dificultades para hacer amigos. Su rumbo cambia cuando Tenoch (Virgilio Delgado), Daniela (Macarena Oz), Alex (Nicolás Haza) y Maricruz (Camila Clónico) descubren que habla un perfecto inglés; entonces, lo invitan a formar parte de su negocio clandestino de vender las tareas hechas a sus compañeros. Mientras viven por separado un viaje de autodescubrimiento, las hormonas provocan conflictos y una muerte ponen en riesgo su amistad. 

La serie se centra en Memo, un personaje sensible y a la vista frágil. Su historia me hizo recordar un verso de Alejandra Pizarnik: “Yo no sé de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas”. Memo quiere liberarse de un peso, y aunque para la mayoría el despedirse sea una señal de rendición, para mí representa la valentía que hay detrás de cada decisión.

Su personalidad no es la de un chico solitario; al contrario, en cada oportunidad buscó crear momentos divertidos con sus amigos, que después se convertirían en recuerdos. Su problema es el sentimiento de abandono. Cada oportunidad de empezar de cero en una escuela nueva representa una tortura; porque en el fondo sabe que lo que construya, por mínimo que sea, no podrá mantenerlo por siempre. 

Septiembre es el mes amarillo, un color presente en cada aparición de Memo en la serie. En su mochila, en sus prendas, en su entorno. Las líneas amarillas que lo encierran no son casualidad, buscan enmarcar la lucha contra los trastornos mentales. En México, según datos del INEGI, la tasa de suicidio entre jóvenes pasó de 6.9 por cada 100 mil habitantes en 2016 a 7.7 en 2022. Desde 2003, el 10 de septiembre es el “Día Mundial de la Prevención del Suicidio”. 

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“A dónde va el viento” y otras canciones contra el lado oscuro

Este viaje al pasado no podía estar completo sin la añoranza que provoca una selección especial de canciones noventeras. “Los dioses ocultos” de Caifanes, “En algún lugar” de Duncan Dhu, “A un minuto de ti” de Mikel Erentxun y “No hay nada eterno” de Neón, musicalizan la construcción de estos cinco personajes. Mientas que cada acto modifica su percepción de la realidad, los protagonistas reinventan la imagen de su persona; sin embargo, el moho de la depresión se filtra en las paredes de su amistad. 

Si cada instante es un momento que se va, “voy muriendo un poco, voy cambiando en mí”. En una de sus escenas más icónicas, los protagonistas interpretan juntos este verso. También cantan a Fobia, Flans, Thalía, Hombres G y Héroes del Silencio. La banda sonora se completa con “A dónde va el viento”, una canción original de Julieta Venegas que se contrapone a los pensamientos negativos en busca de un final feliz.  

Es 1994. Las escuelas enseñan la sexualidad basada en la abstinencia y que ‘eso de ser gay solo es una moda’. Pero Memo y sus amigos no conciben que la vida sea así de insípida, no pueden con la frustración de ‘aceptarlo todo como es’. La música es su punto de fuga. Con una mezcla de drama y comedia, esta serie retrocede en el tiempo solo para hacernos reflexionar sobre algunos temas actuales, como lo son la depresión y la homofobia. 

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Cada personaje experimenta la inestabilidad de sus emociones en la búsqueda de identidad, de aceptación y amor. También en la búsqueda de un futuro mejor, aunque no haya forma de saber cuánto falta por viajar. Esta es una serie juvenil que representa la incertidumbre de hacerse mayor, el tormento de la soledad y el dolor de la pérdida. La duda de si alguien realmente va a extrañarnos al partir. 

Nadie nos va a extrañar es uno de los estrenos más exitosos para Prime Video en lo que va del año. La dirección de Catalina Aguilar Mastretta (La Horas Contigo) y Samuel Kishi Leopo (Los lobos), colocó a un grupo de jóvenes en 1994, un año álgido en nuestra historia. Y como ya sabemos lo que vino después, esta serie es para hacernos sentir que, frente a tiempos de crisis, los amigos son esperanza. Los amigos salvan. 

Sus ocho capítulos componen el retro retrato de una juventud noventera, libertaria y rebelde; que, desde las aulas pinta las bases de la diversidad, la inclusión y la importancia de la salud mental. Cuánta razón tuvo Caifanes cuando escribió: “Antes de que nos olviden haremos historia. No andaremos de rodillas, el alma no tiene la culpa”. 

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