Nosferatu: Eggers revitaliza el clásico de culto con siniestra teatralidad
Robert Eggers vuelve a la pantalla grande con una reinterpretación de Nosferatu más siniestra, pero fiel al estilo gótico y dramático de la película original.
Robert Eggers es uno de los mejores directores y guionistas de horror del cine contemporáneo, y aunque Nosferatu (2024) es su cuarta película, comenzó a adaptar el guion desde el 2015, cuando estrenó su ópera prima ‘La Bruja’ y lanzó a la fama a Anya Taylor-Joy. Adaptar un clásico de culto de hace más de cien años, tiene dos destinos seguros: obtener éxito o fracasar; Eggers se adueñó del primer escenario y estrenó, no solo la mejor película de terror del 2024, sino la mejor obra de su filmografía.
Nosferatu (1922) fue la primera adaptación de Drácula de Bram Stoker
Antes de que la novela de Bram Stoker se convirtiera en un clásico de la literatura universal, el Conde Drácula ya era el arquetipo de vampiro occidental. Nosferatu (1922), película muda dirigida por Friedrich Wilhelm, nació en el seno del expresionismo alemán como una alternativa legal para no pagar derechos de autor, y con el tiempo, se convirtió en su histórica contraparte.
¡Nosferatu se apodera del Centro Histórico CDMX con funciones GRATIS!
Robert Eggers ha citado esta película como una de sus mayores influencias, por mantener una esencia más oscura frente a Drácula; y tras nueve años de espera, al fin estrenó su versión. La cereza del pastel es un Conde Orlok más tremebundo y en ocasiones repulsivo, interpretado de forma brutal por el actor sueco Bill Skarsgard (Eso, El Cuervo, Bárbaro), quien parece haber nacido para modernizar a los monstruos que aterrorizaron nuestra infancia.
El argumento no es muy diferente al de la película original. Nosferatu (2024) se ubica en la Alemania de 1838 y sigue la historia de Thomas Hutter (Nicholas Hoult), un agente inmobiliario que es enviado por su jefe a las montañas de Transilvania para finalizar una transacción con el Conde Orlok; él se despide de su mujer, Ellen (Lily-Rose Depp), aunque ella ha tenido sueños de mal augurio, temiendo que un mal caiga sobre ellos.
A penas Hutter comienza su escalofriante viaje, la fotografía de Jarin Blaschke dibuja en pantalla escenas que parecen sacadas de una pintura de Edvard Munch (el propulsor del expresionismo alemán), y que claramente rinden homenaje al estilo sombrío del clásico de culto de 1922. Cada paisaje te envuelve en la oscuridad y enmarca el objetivo de Eggers: hacer que los vampiros vuelvan a darnos miedo.
Nicholas Hoult y Lily-Rose Depp, las mejores actuaciones de Nosferatu
Thomas es recibido por Orlok, y desde su primer encuentro, nos hace parte de la desesperación, el miedo y la incertidumbre. Mientras el Conde permanece en las sombras, donde el espectador es incapaz de siquiera imaginar su aspecto, la actuación de Nicholas Hoult (Mi novio es un zombie) nos indica cuán aterrador puede llegar a ser; sin contar que, cansado de ser la damisela en apuros, tiene la mejor evolución de personaje.
Lugares en CDMX para sentirte como el conde Orlok de Nosferatu
Mientras tanto, Ellen vive su propio drama. Su personaje va más allá de ser la scream queen de este cuento y nos lleva hacia una disertación simbólica de la histeria femenina, como si de un estudio psicoanalítico de Sigmund Freud o Jean-Martin Charcot se tratara. Este detalle me parece el mayor de los aciertos en el guion, pues sus películas antecesoras, poco desarrollaron a su protagonista femenino.
Lily-Rose Depp interpreta a una Ellen más contestataria, sin dejar de lado que es sumamente emocional y que por años estuvo bajo el embrujo del Nosferatu. Siguiendo la creencia de la época, de que las mujeres están predispuestas a cambios conductuales según sus condiciones mentales, todos creen que Ellen está histérica porque su marido no ha vuelto.
De la mano de Willem Dafoe en el papel del Profesor Albin, Ellen se convierte en la heroína sacrificada de la historia. El camino del héroe, al menos para ella, no tiene un destino mayor y termina por someterse al amor enfermizo del Conde Orlok. La interpretación corporal de Rose Depp me parece brillante, con una dirección no muy lejana a lo que logró Andrzej Żuławski con Isabelle Adjani en Posesión (1981).
Nosferatu (2024) se mantiene como una brillante mezcla de horror gótico y drama de época
No está de más resaltar el diseño de arte, que retoma el romanticismo de finales del siglo XVIII, y con una intención absoluta de la imagen acentúa la llegada de la peste, la llegada del mal, de esa sombra vampírica que aterroriza a todo un pueblo. Además, el vestuario diseñado por Linda Muir, quien trabajó con Eggers en The Northman (2022), enmarca las vivencias corporales y emocionales de ese viejo mundo.
¿Dónde ver la mejores películas y series mexicanas del 2024?
El monstruo de Nosferatu no necesariamente tiene que ser adaptado a diferentes épocas. Su terrible obsesión, lo grotesco del acoso, esa grosera necesidad de dominación y el terror psicosexual son más bien temáticas atemporales. Lo que realmente revitaliza esta obra del cine mudo, es esa carga ideológica con la que ahora la miramos y los esfuerzos de su director por garantizar la autenticidad histórica del mito.
Robert Eggers tomó una de las películas más importantes para el género del terror y la transformó en una verdadera obra de arte contemporánea; no solo a nivel técnico, sino también estético e ideológico, y no pudo haberlo hecho sin las grandes actuaciones de Nicholas Hoult y Lily-Rose Depp.
Podría apostar que, cuando Eggers nos confesó no sentirse satisfecho con su ópera prima, lo dijo convencido de que iba a darnos la mejor dirección de su filmografía, hasta el momento. El final es gratamente pictórico, dramático, teatral y poético, así que ¡no dejes que nadie te lo cuente!
No te pierdas el ciclo de cine sobre Edgar Allan Poe en el CENART
Nosferatu (2024) ya está en cines de toda la República Mexicana, y te recomiendo aprovechar su primer fin de semana de estreno, antes de que los spoilers inunden las redes sociales. Puedes consultar los horarios aquí, o directamente en el buscador de Google.