Tres restaurantes y dos panaderías de Ciudad de México donde encontrarás deliciosos pasteles de chocolate, incluso para llevar.
Postres hay muchos, pero el rey es el pastel de chocolate (ya salivamos sólo de escribirlo). Corre a estos restaurantes de Ciudad de México a darle rienda suelta a tu antojo
La sola mención de “pastel de chocolate” suele acompañarse de una sonrisa al imaginarlo. No en balde los años pasan sin que abandone su condición de postre por excelencia aunque, en realidad, se antoja a toda hora. Eso hace que lo ofrezcan en muchos lados (sin contar los preparados en las cocinas de infinidad de casas). Te sugerimos tres restaurantes y dos panaderías/ pastelerías donde te costará trabajo aguantarte las ganas de chuparte los dedos con sus pasteles.
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La imagen de la cocina norteña es basta, por no decir atascada, ejemplificada por un descomunal corte de res; esto lo trasladan a los postres en Vasconcelos —sucursal polanqueña de un famoso restaurante regiomontano—, con su supremo de chocolate del que presumen no solo el enorme trozo que sirven sino, sobre todo, las 16 capas que lo componen. (Sí, las contamos antes de meterle el tenedor.)
Autodefinido como una “pastelería artesanal y dulcería”, se encuentra en el vestíbulo de hotel Hyatt Regency de Polanco. Y entre todas las cosas para que tienen, destaca el Amado Cake, golosa combinación de avellana con chocolate daquoise de avellana y crema de vainilla. Lo venden entero (alcanza hasta para diez personas), pero también lo ofrecen por rebanadas en la mesa de postres que montan en el brunch dominical de Rulfo, el restaurante de al lado.
Sonia Arias es una de las chefs reposteras más prestigiadas de México, al grado que los postres son tan importantes como el resto de los platillos del restaurante en Polanco que maneja con su marido Jared Reardon (al lado tiene otro más formal, llamado simplemente Jaso), donde ofrecen el Kmil: mousse de chocolate, ganache de chocolate amargo, nougatine de nuez de la India y caramelo. Lo venden entero (para 10 personas) para llevar.
Igual no te has percatado, pero la combinación de chocolate y chile resulta maravillosa: ahí está el mole para corroborarlo. Por eso, los encargados de uno de los más concurridos restaurantes de la Condesa lo utilizan para el postre (y no con una pierna y muslo de pollo), con su pastel de chocolate y chile ancho, acompañado de sorbete de fruta de la pasión, un sensacional muestrario de sabores.
En una panadería estilo parisino no pueden faltar las delicias chocolatosas en diversas presentaciones, y en este lugar no es la excepción. Las tiene en diversas formas, como en ecleairs con cremoso y glaseado de chocolate, en su relleno y cubierta, respectivamente, así como en estas tartaletas de choco-avellana, con cremoso y mousse de chocolate, además de avellanas tostadas. ¡Oh, la lá!