Historia del gaspacho, un representante de la gastronomía moreliana

Una de las mejores maneras de conocer Morelia es a través de sus sabores, y definitivamente algo que tienes que probar es el gaspacho moreliano, uno de los platillos locales más reconocidos, exóticos y creativos de la ciudad. La combinación de sus ingredientes, así como su frescura harán que consumirlo se convierta en toda una experiencia gastronómica.

El gaspacho moreliano, una historia llena de sabor

Esta botana moreliana consiste en una especie de coctel de frutas picadas: el tradicional lleva jícama, mango y piña con jugo de limón, naranja, queso fresco, cebolla y polvo de chiles. No obstante, algunas recetan agregan también otras frutas como papaya y sandía.

El contraste de sabores de los ingredientes que componen los gaspachos son el secreto de su sabor inigualable, sólo con mirar su preparación se te hará agua a la boca.

Se dice que el origen se remonta a unos 30 años atrás, la inspiración para su nombre y preparación proviene del platillo español llamado gazpacho con “z”, que es una sopa fría con cebolla, pimiento verde, tomate, sal, ajo, aceite y vinagre; al paso del tiempo se sustituyeron las verduras por frutas frescas que se producen en Michoacán y con ello nació una nueva exquisitez: los gaspachos con “s” morelianos.

La leyenda de la Mano Negra de San Agustín en Morelia

Actualmente puedes encontrar casi por toda la ciudad los famosos gaspachos, sin embargo, el lugar tradicional para probarlos es en Gaspachos el Güero de la Merced; otros sitios recomendados para deleitar tu paladar con esta delicia son: Gaspachos de la Cerrada de San Agustín, Gaspachos del Bosque Cuauhtémoc, y Gaspachos El Boulevard.

Así que ya lo sabes, si en tus planes se encuentra una próxima visita la ciudad de la cantera rosa, no olvides pasar a probar un gaspacho a alguno de los sitios que se encuentran en Morelia.