Oaxaca: 7 experiencias que debes hacer: comida, bares y mezcal

Oaxaca, la capital gastronómica de México cada vez nos sorprende más con sus sabores, bares, restaurantes y bares.

Gracias a AirBnB puedes hacer home office desde cualquier parte del país y del mundo. Con la variedad de alojamientos y sobre todo con casas que cuentan con conexión a internet, puedes trabajar y disfrutar de lugares paradisiacos.

Te decimos  7 lugares que debes visitar cuando te escapes de la ciudad y visites Oaxaca.

CRUDO

Hay misterios detrás de puertas cerradas (puertas que no contienen nombre) que se pueden vivir pocas veces en la vida. Y Crudo, el nuevo hotspot de la capital oaxaqueña, puede reinar dentro de dicha categoría. 

Este pequeño restaurante -literalmente solo es para cinco comensales- es la visión del chef Ricardo Arellano para replantear y lapidar todo el bagaje cultural que tenemos sobre la comida oaxaqueña.

“Quiero brindar otro tipo de experiencia de sabores y texturas, a nuestros sabores y al maíz”, nos comenta detrás de la barra, mientras sus manos confeccionan pequeños y poderosos bocados con la pesca del día. 

En este omakase, no se trata de fusionar platillos japoneses y oaxaqueños, sino sumergirnos en sensaciones desconocidas. 

El menú cambia día tras día, pero las especias, pescado, pulque y mole son parte de la genética de Crudo. Por cierto, pregunta por el sake ideal para maridar tu menú. Y por supuesto, platicar con el genio que es Ricardo Arellano. 

Dónde comer tlayudas, tacos y memelas en Oaxaca

TOUR DE MERCADOS

La verdadera forma de conocer una ciudad es por su gente, calles y mercados. Y gracias a Experiencias AirBnB puedes reservar un tour por tres de los mercados cerrados más famosos del centro. 

De la mano de Me Encanta Oaxaca, una compañía que realiza walking tour, primero visitas el mercado Sanchez Pascuas donde desayunas unos tamales esponjosos y rellenos acompañados de champurrado y una tlayuda (sí, tlayuda como complemento). Después como un prepostre, Me Encanta Oaxaca te invita a probar un puñado de frutas autóctonas: jiotillas, maracuyás, plátanos. Pero como postre de verdad, visitas un local de galletas y dulces típicos. Como tip, lleva alguna bolsa para los souveniers.

El siguiente mercado fue el mítico Benito Juárez donde probamos tejate; después caminamos unos cuantos metros hacia el mercado 20 de noviembre, donde vive el famoso “Pasillo de humo” donde ordenamos nopales, cebollitas, guajes y chapulines para acompañar el tasajo, chorizo y tripa. Los mejores tacos que hemos probado en Oaxaca.

Finalmente y como última parada: chocolate de agua con degustación de moles. Una delicia. Y todo en un mismo lugar.

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ANCESTRAL 

Una de las grandes sorpresas culinarias de la ciudad no se ubica en el Centro Histórico, sino en la periferia del famoso barrio de Xochimilco: Ancestral. 

Bajo una decoración rústica donde predomina la madera, el barro y el ladrillo (parte de los cimientos del lugar son los restos del viejo acueducto de la capital), el chef Miguel Mijangos nos transporta a las diferentes regiones de Oaxaca con platillos tradicionales, pero dotados una personalidad única. Un viaje gastronómico, lleno de matices y aromas.

Quizá suene aventurado, pero todos los platillos que probamos, nos trasladaron a mercados, desiertos, sierras, valles y la costa. No existe una elección errónea:

Puedes arrancar con antojitos como la orden de memelas (sencillas o con carne), tetela de chicharrón prensado con pulpo y una delicia que debes repetir viaje tras viaje: los molotes de plátano con coloradito.

Después, una mezcla de tierra como el aguachile de tasajo, o de mar con los tacos de camarón con tripa sopas o pescadería con tuétano y mole verde

Al final, los postres sólo redondearon la experiencia gracias a su tarta de guayaba y helado que resume en algunas cucharadas el misticismo de un estado tan emblemático como Oaxaca: helado de mole sobre plátano. 

ORIGEN

Hace cerca diez años, la escena culinaria en Oaxaca marcó un antes y después; no existe una fecha específica en el calendario, pero sí nombres que labraron esta nueva historia con sus manos e ingenio. 

Uno de ellos es Rodolfo Castellanos, oriundo de la ciudad y que gracias a su restaurante Origen, ha compartido técnicas ancestrales y modernas. Aquí encuentras desde ceviches, ensalada (quelites con gusanos de maguey y pesto de hoja santa) y los tacos de lengua inolvidables; pero también, un punto fundamental de su cocina, es  el arte del emplatado de platillos regionales. 

El amor entra por la vista y el paladar. 

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SELVA

La sangre que corre por las venas de Oaxaca tiene sabor a mezcal. En cada bar, restaurante y casa, la comida no es comida sin una botella. 

Sin embargo existe desde hace unos pocos años, un lugar a unos pasos de Santo Domingo que ha colocado a la ciudad en el mapa como uno oasis de fine drinking y mixología: Selva.

Con una barra y un diseño visual que simula un bar de SoHo en Nueva York, con un tapiz lacandón, sillones de piel y una barra con detalles dorados, ahora presentan un menú inspirado en menjurjes ad hoc a la temporada de pandemia. 

Así encuentras el  Probiótico: una especie de tepache con ron salvaje de la sierra oaxaqueña, kombucha, néctar de nanche y bitters; o el Antioxidante: mezcal, reducción de una cerveza IPA, limón y chile.

La recomendación absoluta es el coctel Selva: el trago de la casa y uno de nuestros tragos favoritos de la ciudad con mezcal, limón, miel de agave, licor de chile poblano, quesillo y albahaca.

El rey de la noche antequera. 

MAGUEY Y MAÍZ

De la mano del chef Sabas Espinoza, una enciclopedia del mezcal y con una imaginación perfecta para crear platillos oaxaqueños con fusión de otras latitudes, Maguey y Maíz es de los nuevos must de la capital. En pocas semanas, celebrará su segundo aniversario.

Ubicado al costado de Santo Domingo, el restaurante posee una de las terrazas interiores más Instragrammeables con su techo retráctil lleno de plantas. Pero también existen otros espacios destacables como el comal al aire libre y el salón interior con el bar y cocina.

Y hablando justamente sobre la cocina, Maguey y Maíz como su nombre su indica tiene sabores directo de la tierra, ingredientes endémicos que conjunta un menú donde encuentras entradas oaxaqueñas (aguachiles de tasajo, garnachas istmeñas, tacos de suadero de pulpo), como platos fuertes con influencias de otros estados de la república. Encuentras birra de short rib, camarones con risotto de chicatana, pork belly con mole de frijol y claro, tlayudas.

Cuentan, evidentemente, con mezcal y coctelería clásica, como de autor. Destacan el Oaxaca 75 (gin, jamaica, jugo de piña y vino espumoso) o Mamey (ron, pulpa de mamey, orgeat y jugo de piña).

Sin embargo, lo que más destaca de Maguey y Maíz son sus desayunos. Claro que existen los platillos clásicos mexicano: chilaquiles, memelas, tetelas, empenadas (una de quesillo con chapulines) y huevos. Pero también puedes encontrar waffles, hot cakes de elotes, pan francés y huevos benedictinos. La mejor mezcla de sabores.

EXPERIENCIA MEZCAL

Sí, todos amamos el mezcal, pero ¿conoces su origen, elaboración y los tipos que existen? Pues gracias a una experiencia de AirBnB podrás convertirte en un experto o por lo menos, apreciar mucho más esta bebida sagrada.

Detrás de un bar, en un jardín al aire libre rodeado de murales y magueyes, tu anfitrión, Juan Carlos te dará por un par de horas una clase teórico-práctica sobre el mezcal. Es una experiencia divertida y llena de datos.

Primero conocerás la historia, cultura y gastronomía detrás de este destilado y después pruebas diferentes tipo de mezcal con pequeños maridajes para apreciar su sabor y aromas.