Brisa Tap Room es un rincón cervecero que te transporta a Ensenada sin salir de la Roma. Cerveza artesanal y comida del mar.
Los amantes de la cerveza artesanal se pueden perder en el Triángulo de la Cheve. Así bauticé a un sector específico de la colonia Roma en donde encontrarás varios lugares y tap rooms dedicados a la cerveza artesanal. Entre las calles de Querétaro, Mérida y Zacatecas, encontrarás un portal que te llevará directivo a Ensenada, Baja California. Me refiero a una de las sedes de Cervecería Cannería en la CDMX: Brisa Tap Room.
Como su nombre lo indica, Brisa es un destello de aire fresco en el panorama chelero capitalino. Aunque el lugar es pequeño, con solo entrar te remite a un buque pesquero. Hay cuadros de sirenas, conchas, estrellas de mar. Cada detalle de la decoración busca trasladarte a Ensenada.
Cervecería Cannería es uno de los proyectos más destacados del noroeste mexicano, liderado por Paco Talamante y Anita Islas, es una cervecería que surgió en 2009 y sus cervezas han conquistado paladares mexicanos y gringos desde esa fecha. Sus cheves han ganado medallas en certámenes como Copa Cervecera del Pacífico y Copa Cerveza México, entre otras.
Los mejores bares y tap rooms de cerveza artesanal en CDMX
El concepto es claro: crear una experiencia íntima que te recuerde a un gabinete de barco, con sabores del mar, buena cerveza y arte local. La atención es cercana y cálida; en mi visita conocí a Ana Karen, la encargada de atenderte y brindar la mejor experiencia chelera —quien lleva años en el mundo cervecero— y nos recibió con recomendaciones acertadas y una notoría pasión por su oficio.
Como lo dicta la tradición de los taprooms, la idea es probar la cerveza de la casa directo del barril. Por el momento encontrarás 5 llaves de cheve, cada semana rotan la selección de cervezas, así que es probable que no siempre encuentres las mismas.
Además de las cervezas de línea de Cannería, tienen opciones de cervezas invitadas como Nómada, Morenos y más.
Probé dos cervezas de la casa que vale la pena destacar:
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Una buena cheve merece un buen maridaje, y en Brisa Tap Room puedes acompañar tu pinta con platillos sencillos pero bien ejecutados, como el cóctel de camarón o de pulpo, preparados con ingredientes traídos directamente desde Ensenada. La propuesta gastronómica es casera, honesta y logra lo que se propone: evocar la sensación de estar en una terraza frente al mar. Justo ese es el objetivo según Ana Karen: “queremos que cuando nos visiten, se sientan como en su casa”.
Uno de los detalles más llamativos del menú son las latas de jurel, abulón y caracol de mar, utilizadas en la preparación de algunos platillos. Estos productos no solo aportan sabor y frescura, también están cargados de significado.
Ana nos cuenta que este enfoque tiene todo que ver con el origen del proyecto. En Ensenada, las antiguas fábricas de conservas —conocidas como canneries— eran parte del día a día. Los trabajadores, al tropicalizar el término, decían cosas como: “Ya vamos a trabajar a la Cannería.”
Ese guiño cultural fue lo que inspiró a Paco Talamante a bautizar así su cervecería, rindiendo homenaje a esa identidad local. Y sí, también por eso todas sus cervezas se sirven en lata: es un tributo al pasado que ahora vive en cada trago.
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Toma nota porque además tienen promos diario, para que te mantengas bien hidratado con cheve:
Los precios oscilan entre la media pinta en $70 pesos y pinta completa de cerveza de especialidad en $150 pesos.
Además, cada quince días los domingos se convierten en un punto de encuentro cultural: talleres de pintura naturalista, diseño de tote bags y más actividades que suman a la experiencia.
Brisa Tap Room no pretende ser pretencioso: es cálido, fresco, directo, y eso lo hace especial. Es un viaje al mar en medio del asfalto, y un sitio imprescindible si amas la cerveza artesanal, los sabores del norte y los espacios con identidad.
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