El jardín secreto de Luis Barragán en Azcapotzalco 

Entre los descubrimientos capitalinos es extraño encontrarse con gemas arquitectónicas poco conocidas; en especial cuando se trata de un jardín secreto creado por el famoso Luis Barragán en un barrio obrero de Azcapotzalco. 

La Unidad Habitacional El Cobre cuenta con este inesperado espacio verde que representa el paisajismo característico del trabajo del arquitecto. El jardín recientemente se dio a conocer en un listado hecho por la Barragan Foundation. 

Establecida en 1996, esta institución sin fines de lucro con sede en Birsfelden, Suiza se enfoca en conservar, estudiar y gestionar los fondos del Archivo Barragán. La lista incluye 170 trabajos que el propio Barragán diseñó a lo largo de su carrera; la mayoría están acompañados de fotos y planos originales. 

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Sin duda, uno de los más llamativos es este modesto parque porque muestra el diálogo entre naturaleza y arquitectura que fue la base de las obras de Barragán. Te contamos su historia.

Jardín secreto de Barragán en CDMX

Construido en un sitio en forma de L en los terrenos de la antigua fábrica el Cobre de México, la unidad habitacional fue diseñada por el arquitecto Juan Sordo Madaleno; al mismo tiempo que colaboraba con Barragán en el plan de Lomas Verdes. 

“Al participar en este desarrollo de viviendas de bajo costo, Barragán se dio la oportunidad de aplicar sus principios de diseño de paisaje a un contexto espacial y social que difería sustancialmente de sus trabajos anteriores”; se describe en el portal.

El proyecto consiste en las entradas y jardines. El material de archivo muestra algunos bocetos, dibujos y notas que especifican desde tipos de plantas hasta estimaciones de costos. Juntos, brindan información sobre el método de trabajo y el enfoque pragmático de Barragán sobre las limitaciones de espacio y presupuesto. 

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Los planes se desarrollaron entre septiembre y noviembre de 1965, además la versión final del diseño mostró solo cambios menores en comparación con el plan preliminar, principalmente con el objetivo de simplificar varios elementos y reducir costos.

El jardín alargado se dispone en varios niveles con muros de contención bajos que incorporan bancos y jardineras de mampostería. El lado sur consta de un gran patio cuadrado pavimentado con losas de hormigón a cuadros, bordeado por bancos; y cuenta con un pequeño pabellón de almacenamiento.

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Los bebederos ubicados en la esquina sur de esta área y en el extremo opuesto del jardín completan las instalaciones básicas en el espacio común del conjunto habitacional.

Destacan las plantas que se colocarían en el lugar elegidas por el propio arquitecto que incluía sauces llorones, alisos y fresnos, en la parte baja; mientras que para crecer en las paredes habría jazmín y hiedra, junto con rosas en tonos suaves de melocotón y blanco. Detalles de esto se pueden observar incluso en los bocetos originales.

De acuerdo con El País México a la fundación le tomó 25 años de estudio descifrar la ubicación de este jardín al aire libre, que es sin duda una rareza arquitectónica.