Si piensas que la comida sana es insípida, checa estos restaurantes saludables que muestran que lo orgánico puede ser delicioso
A la hora de buscar un restaurante que nos permita comer delicioso y además cuidar nuestra alimentación las posibilidades parecen reducirse en una ciudad en la que encontramos puestos de antojitos en cada esquina. Por fortuna estos lugares ofrecen atractivos platillos hechos con ingredientes orgánicos, porque la comida saludable no sólo son aburridas ensaladas.
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Si bien es cierto que en el menú de este pequeño local en la Del Valle no faltan las ensaladas, también ofrecen bowls con fideos de arroz salteados con verduras, trozos de pechuga a la plancha, cacahuates y semillas de girasol, así como pitas rellenas con aderezos y salsas picosas que harán que te olvides de las tortas. Por si fuera poco, es pet friendly y cuenta con servicio a domicilio.
Este lugar es para aquellos que buscan platillos conocidos con ese twist saludable o adaptado a casi cualquier régimen alimenticio que sigas –vegano, vegetariano y ovolacteovegetariano–. Pastas, hamburguesas, falafél, sandwiches y hasta una una torta cubana hecha con milanesa de soya y salchicha de trigo. No olvides el postre que puede incluir malteadas y galletas que seguro te dejarán un buen sabor de boca.
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Conocido por sus vecinos en la Condesa simplemente como Ten, este tranquilo y armónico lugar es ideal para beber un café o tomar un smoothie de frutas de la temporada mientras lees un libro. De comer puedes pedir un bowl de salmón ahumado con arroz integral y de postre, unas galletas de matcha. Si además te preocupa el tema de la contaminación, las creadoras del concepto, Luza Suárez y Pamela Orozco, utilizan empaques biodegradables.
El platillo favorito del chef de Cedrón es la ópera de vegetales, una belleza visual preparada con hojas de kale, quinoa y vegetales de temporada, sobre una cama de polenta (con este platillo, todos nos podemos volver vegetarianos).
Este restaurante saludable en San José Insurgentes ofrece platos fuertes sin carne como enmoladas de plátano o hamburguesas de portobello, además de sabores familiares como sopa de tortilla y milanesa gratinada que en realidad es una mezcla de lentejas y mijo. También cuentan con postres para quien se quiera consentir sin dejar de cuidarse, como un mousse de fruta de la temporada bañado de mermelada de tomate verde, sí, el mismo que usan en las salsas.
Sus siglas significan Iniciativa Orgánica Local, por lo que ya con el nombre te darás cuenta de que el principal objetivo de este lugar es usar productos orgánicos en sus platillos sin ser un restaurante vegetariano. Su menú es personalizado por lo que no dudes en pedir al mesero que te guíe y recomiende opciones para armar tu bowl ideal, todos con una base de mix verde a los que podrás agregar la proteína de tu preferencia. Si no perdonas el postre, hay tapioca, natilla de temporada o pudín de chía.